Resumen
En las primeras décadas del siglo XXI, Honduras fue nombrado uno de los países más violentos de América Latina. El fenómeno de la violencia adquirió distintos matices y problemáticas: desde el fenómeno pandilleril (maras), pasando por el narcotráfico, la violencia estatal, feminicidios, etc. Las manifestaciones culturales han hecho esfuerzos importantes para dar sentido o significación a un escenario complejo y cambiante. Obras que se han asociado a la cultura popular (la cultura baja), como la paraliteratura, han podido generar productos culturales con un impacto social. Es decir, obras de consumo popular, escritas en medios masivos (diarios, blogs, historietas) pueden haber contribuido de una forma más contundente a la construcción de la representación de la violencia en el país. Autores que cultivan el género policiaco como Mario Berríos o Carmilla Wyler, cuya finalidad es eminentemente comercial, contribuyen activamente al discernimiento del significado de la violencia en el país. Por otro lado, las novelas gráficas o ‘comics’ también han servido como nuevos vehículos de comunicación, como en el caso de Germán Andino, en su novela gráfica “Transformar números en barcos piratas”.Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0.
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