Resumen
La desnutrición y la obesidad son problemas que afectan a la sociedad. Estas condiciones, sumadas a los altos niveles de pobreza, generan complicaciones para alcanzar las metas de la erradicación del hambre (Objetivo de Desarrollo Sostenible ODS-2). Ecuador no es una excepción en esta problemática social, más comprometida por la emergencia sanitaria mundial de COVID-19. El país andino cuenta con una población aproximada de 17 millones de personas. Para el 2018, el 36.2% de la población vivía en áreas rurales. Además, cerca de una cuarta parte de sus habitantes (24.2%) experimentaron pobreza y un 7.9% padecieron de subalimentación (PSAN, 2020). La prevalencia de desnutrición crónica y sobrepeso ha aumentado en las últimas tres décadas. No obstante, el país ha marcado hitos en seguridad alimentaria y nutricional (SAN) desde el 2018. Es necesario llamar la atención sobre aspectos nutricionales y desarrollar estrategias que permitan, mejorar la resiliencia en el país en tiempos de adversidades, como la del COVID-19. La Constitución de Ecuador ha reconocido el derecho de la alimentación, buscando mejorar el estado nutricional de la población. El país ha desarrollado esquemas que articulen la SAN, mediante monitoreo y desarrollo de programas de protección social, generando bienestar para la población en general. El COVID-19 podría comprometer los avances de los programas nacionales de protección social.Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0.
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