Resumen
Tal como lo dicta la tradición en la mayoría de los países del mundo, cada 31 de diciembre a las 11:59:50 p.m. comienza el conteo regresivo para recibir al año entrante con esperanza, buen ánimo y el ferviente deseo que las cosas vayan bien, no sólo a nivel personal y familiar, sino que también a nivel global. Mientras seguían las noticias de las crisis mundiales, nadie estaba preparado para lo que venía. A mediados de enero se dieron las primeras “escaramuzas” informativas acerca de un nuevo virus respiratorio en China. Según la historia reciente, el virus no parecía representar ninguna novedad. Ya sabíamos del SARS-CoV (Severe Acute Respiratory Syndromerelated Coronavirus) en el 2003 del virus de la influenza H5N1 en el 2005, el virus de la influenza H1N1 en el 2009 y el MERS-CoV (Middle East respiratory síndrome-related coronavirus) en el 2012. Luego del anuncio de la aparición del coronavirus tipo 2 (SARS-CoV-2) o COVID-19, nuestro estilo de vida como hondureños, al igual que el del resto del mundo no cambió en lo absoluto. Se pensó que esta vez no sería la excepción a la rutina de los virus que surgen y desaparecen, especialmente porque nuestro país se encuentra a 14,460 km de Wuhan.Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0.
Descargas
Los datos de descargas todavía no están disponibles.