Abstract
Durante las primeras semanas de la pandemia de SARS-CoV-2 en Honduras, una paciente de 66 años ingresó a la UCI con un historial de tos, fiebre y dificultad respiratoria de 5 días. Ella tuvo contacto con un paciente COVID-19 en días anteriores. La radiografía de tórax mostró signos de opacidades bilaterales en vidrio esmerilado (A). Como la RT-PCR fue negativa, se realizó una angiografía por tomografía computarizada el día 7 para descartar una embolia pulmonar. Esto mostró un aumento difuso, irregular y bilateral de la densidad con opacidades en vidrio esmerilado, bordes mal definidos y un ligero predominio en las regiones subpleurales (B y C). No hubo evidencia de tromboembolismo pulmonar. La prueba de hisopo se repitió el día 7, resultando positiva. En este caso, los hallazgos clínicos y de TC fueron altamente sugestivos antes de que la RT-PCR confirmara el diagnóstico. Este es el primer caso de COVID-19 con una prueba de PCR falsa negativa en nuestro hospital. Ella se recuperó por completo.This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License.
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