Abstract
La pandemia de COVID-19 y los recientes fenómenos climatológicos nos exigen replantearnos absolutamente todo. Año a año nos vamos dando cuenta de nuestra vulnerabilidad como especie humana. El año 2020 termina dejándonos un panorama incierto y lleno de retos, por lo que tendremos que reflexionar sobre las alternativas existentes y poner en marcha las acciones que permitan una pronta y efectiva recuperación, así como la reactivación de los distintos sectores productivos. En este sentido, la economía naranja y las industrias creativas y culturales (ICC) juegan un papel decisivo para la recuperación post-COVID 19, post ETA e IOTA. Las ICC, al igual que la mayoría de los sectores productivos, se vieron afectados drásticamente. Sin embargo, se debe resaltar la adaptabilidad y la transformación que han tenido en este tiempo. La creatividad y capacidad de reinvención han jugado un papel fundamental para su sobrevivencia. Durante estos meses, hemos analizado introspectivamente como ciudadanos de la “casa común” cuál es nuestra responsabilidad con ella. Las conclusiones serán variadas; no obstante, la gran mayoría coincidirá en que se deberá hacer cambios sustanciales en salud, educación, vivienda y protección del medio ambiente. La complejidad de los problemas de hoy exige que sean estudiados desde múltiples perspectivas. Para abordar los desafíos a los que nos enfrentamos, es necesario examinar y comprender las interconexiones de los sistemas.This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License.
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